La preparación se organiza para trabajar con los objetivos, necesidad y disponibilidad del atleta. La idea es que lo que hagamos te sirva, sea sostenible a largo y plazo y tenga una dirección. Desde esta perspectiva es importante contar con objetivos (pueden ser carreras, campeonatos, etc) puestos en el calendario y a partir de ahí, del tipo de prueba, estructurar los ciclos de preparación de acuerdo a las demandas especificas de la competición y los requerimientos individuales del atleta.